No fue una
charla de su logro, ni de la curva en memoria de Gonchi Rodríguez que hizo en
Laguna Seca, simplemente el tema cambio. ¿Qué tan difícil es ser el referente
de una juventud que para muchos está perdida? El oriundo de Miguelete (Colonia)
le cedió unos instantes a Opinar y contestó analíticamente la pregunta.
“Es muy difícil dejar siempre conforme a la
gente”, destacó el joven de 19 años que hace 14 días levantó el título
mundial de la Fórmula Pro-Mazda.
“Uno se tiene que privar de un montón de
cosas y cuidarse al momento de hacer declaraciones o apariciones públicas. Mi
vida ha cambiado, pero siempre intento ser yo mismo”, contó al respecto.
Reservado y
con una actitud casi distinta a cómo se presenta en las pistas, Santi confesó: “Tengo el problema de ser muy tímido y no me
gusta mostrarme mucho, simplemente porque no me gusta no lo hago por ser
antipático ni algo parecido”.
“Es parte del automovilismo y de los
deportistas que triunfan. Así que el aprendizaje, en este sentido, forma parte
de mi vida todos los días”, agregó.
Si bien no se
considera un ejemplo, él aclaró que puede dar una mano, aunque tampoco se
olvidó de algunos profesionales que practican otros deportes y son la
referencia de otros muchachos. “Con la
edad que tengo, por suerte, no soy el único que está creciendo. Otros
deportistas lo vienen haciendo de la misma manera. Hay que intentar cambiar la
cabeza, demostrando que se puede y no todo es violencia, delincuencia y ese
tipo de cosas”, manifestó.
“Por eso, si podemos transmitirle algo a las
personas que por algún motivo tienen relación con esas cosas el mensaje es
claro”, sentenció.
No es una
novedad que Santiago sea el orgullo de su familia. De todas maneras, Opinar
también mantuvo una conversación con Carlos, su padre, quien continuando con la
temática de las líneas anteriores señaló: “Con
mi señora educamos a nuestros hijos de igual manera. Santiago tiene una
hermana, que actualmente está estudiando medicina y es dos años mayor”.
Mientras
también comentó: “Nuestro principal
aprendizaje, o como se quiera decir, fue poner los deberes por encima de las
obligaciones. Si la intención es triunfar, la responsabilidad es lo primero”.
@MathiRosello
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