FOTO: Página oficial del Club Modena.
Llegó a Italia
a mediados de 2007 y no se fue más. Allí es reconocido, admirado y mantiene una
de las características desde los comienzos de su carrera: el gol. Pablo
Granoche, quien dialogó con Opinar, estampó la firma de su contrato en Modena a principios del
año pasado, se afianzó y los tifosi
no paran de estallar sus gargantas ya que en el último semestre fue uno de los
goleadores del torneo y en el comienzo de la nueva temporada, ya anotó varios
tantos.
-¿Qué significa para un goleador ser
dirigido por Hernán Crespo?
Es
impresionante. Le estoy sacando el mayor jugo posible a esta experiencia porque
siempre fue una de mis referencias como delantero. Estoy con muchísimas ganas,
espero aprender algún secreto y que me pueda aconsejar algo.
-¿Es difícil ayudar en la adaptación de un
entrenador que está dando sus primeros pasos a nivel de mayores?
No tanto, es
fundamental entrenar y que se logre una sintonía espectacular entre todos.
-¿Cuál es su rol dentro del plantel?
En el grupo
hay dos o tres grandes, junto conmigo, que somos los referentes, por nombrarlo
de alguna forma. Es positivo cumplir un papel importante porque cuando se puede
ayudar al crecimiento de otro es precioso.
-¿Cómo definiría su presente futbolístico?
En estos
últimos dos años ha sido muy bueno. Con 31 años me siento muy maduro, notable
desde un punto de vista físico, así que no tengo dudas de que es uno de mis
mejores momentos. Espero seguir así y aprovechar al máximo los próximos meses.
-Si bien se dice que entre los 27 y los 28
años los jugadores están en la plenitud de su carrera, ¿usted siguió de largo?
Me parece que
sí. Por diferentes motivos logré que sucediera y afortunadamente me mantuve muy
fuerte en lo psicológico. A su vez si en un club se dan las cosas para que todo
vaya excelente, ayuda un montón.
-¿Es consciente que está transitando una
recta final hacia el retiro de las canchas?
Sin dudas.
Cuando los futbolistas llegamos a los 30 ya sabemos qué podemos dar, cómo
podemos rendir, cuáles son los métodos ideales de entrenamientos, en la cancha
se corre lo justo y necesario, etc.
-¿Su carrera fue ideal hasta ahora? ¿Fue
planificando todo lo que iba haciendo o se dio por casualidad que empezó en
Uruguay, pasó a México y luego no se movió de Italia?
No lo sé, pero
te puedo asegurar que cuando era chico miraba fútbol italiano porque me
encantaba. Cuando se dio la posibilidad de viajar no lo pensé dos veces. Era la
única chance que tenía de entrar a Europa en ese momento y le di para adelante.
Gracias a Dios salió todo bien, aunque me hubiera gustado que sea más ideal si
me hubieran llamado más seguido desde la selección. (Risas) En realidad no me
puedo quejar de nada, de todas maneras reconozco que pudo haber sido la
frutilla de la torta.
-Si le daban la oportunidad de vestir la
camiseta de un club más importante en Italia, ¿cree que lo llamaban?
Es difícil de
saberlo. A mí me citaron una vez en 2005 para un amistoso contra México cuando
el entrenador era Jorge Fossati. Un tiempo después asumió Óscar Tabárez y
fueron apareciendo Luis Suárez, Edinson Cavani, Diego Forlán –en su mejor
momento–, Abel Hernández, Cristhian Stuani, en fin, varios delanteros con un
altísimo nivel. La rompieron y lo siguen haciendo en clubes muy importantes. No
hay dudas de que están en un mejor nivel que el mío y eso hace difícil que
pueda estar en el plantel.
-¿Llegó a considerar alguna propuesta de
alguna institución como Roma, Inter o Milan y por cierto motivo no se concretó?
Cuando terminé
el primer año en Triestina, que terminé con 25 goles, se habló de que podía
irme a algún equipo importante y lamentablemente me jodí en los ligamentos de
la rodilla y ahí me fui a Chievo Verona, ya que fue el único que me llamó
cuando estaba operado en el hospital y terminé firmando contrato.
-Allí en Chievo pudo jugar en Serie A. ¿Qué
diferencia tiene con las ligas de ascenso de ese país?
Me parece que
en primera hay cinco o seis clubes que son superiores al resto, pero también es
cierto que si un equipo de la B se enfrenta a otro que no sea de los más
grandes y se torna un partido complicado y muy lindo. Es muy complicado sacar
mucha ventaja, de hecho cuando ves un partido en la cancha o televisión son
todos emocionantes.
-En varios períodos de pases se habló de una
supuesta llegada a Peñarol. ¿Llegó a analizarlo o nunca pensó, por ahora, en
pegar la vuelta?
Siempre pienso
en volver a Uruguay y vestir la camiseta de un equipo grande. No se han dado
las circunstancias. Para regresar tenés que estar libre porque teniendo
contrato es difícil que te dejen salir así nomás. En mi caso, todavía me queda
un año de vínculo en Modena.
-¿Cuánto le seduce el fútbol uruguayo a un
profesional de su categoría?
Bastante
porque, como te comenté recién, nunca pasé ni por Nacional, ni por Peñarol, no
pude vivir en carne propia un clásico, ni un partido con el Estadio Centenario
lleno. Ojalá que me pueda dar ese gustito en el futuro.
-¿Le gustaría retornar a Miramar Misiones,
teniendo en cuenta el gran relacionamiento que dejó con la gente vinculada a
esa institución?
En este
momento no lo analizo porque me gustaría continuar con un alto rendimiento. Sin
desmerecer a una institución como Miramar, a pesar de que me pone muy contento
haber dejado una muy linda imagen allí. En una de esas, más adelante se puede
llegar a concretar.
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