Parece que
los 90 recalaron en pleno 2014. La legendaria banda argentina-española formada
por Andrés Calamaro, que tuvo su furor en la última década del siglo XX, volvió
a captar la aceptación del público. Ahora, con un plantel renovado, pero con
cada uno de sus integrantes comprometidos en lo suyo. Opinar presenta un
informe con la palabra de Elio, Ángel y Déborah Rodríguez, una familia unida
por el deporte.
“El club
viene bien. Capaz que se complicó un poco al momento del armado del equipo
porque la planificación de la pretemporada fue cambiando y no es nada bueno
para los planteles profesionales”, comentó Elio Rodríguez.
El actual
entrenador de Canadian analizó su comienzo al frente del conjunto albirrojo,
pero también destacó la labor de sus deportistas favoritos: “hay una mezcla de sentimientos. Como padre,
estoy sumamente orgulloso. Afortunadamente decidieron dedicarse al deporte, sea
el atletismo, el fútbol, entre otros. Martín (mi otro hijo), en su momento jugó
al basketball. No solo su labor dentro de la cancha me deja contento, la gente
me dice que son buenas personas y eso para mí es lo máximo”.
Déborah
Rodríguez, una de las mejores atletas uruguayas, expresó que este año: “más que un sueño, fue una realidad. Estoy
muy contenta por haber cumplido los objetivos trazados con mi entrenador. Lo
que me surge es un agradecimiento inmenso por el trabajo que se viene
realizando”.
“Si sos deportista profesional y las metas
no son ambiciosas, se hace todo más difícil. Es importante contar con un equipo
importante al lado, por suerte yo lo tengo”, añadió.
Evidentemente
no esquivó a la pregunta sobre las tareas que realizan tanto su padre como su
hermano. “El presente familiar es muy
bueno. Cuando veo a mi hermano ganándose un lugar en River, con mucho
profesionalismo, me deja satisfecha. Mi papá viene trabajando paso a paso en
Canadian y obteniendo los resultados de a poco. Repito, me quedo contenta por
la actualidad de los hombres de la casa”, puntualizó.
Ángel
también vive unos meses soñados. Se ganó la confianza de Guillermo Almada en el
primer equipo darsenero y no le defraudó. “Entreno
al 100% todas las semanas para aprovechar las posibilidades que me brinda el
técnico. Gracias a Dios vengo cumpliendo muchos sueños, jugando varios partidos
y me siento muy contento”, indicó el lateral.
El sueño de
todo entrenador es trabajar junto a su hijo. ¿Qué piensa al respecto? ¿Existirá
la posibilidad? “Nunca me dirigió,
aunque ya lo hablé muchas veces con él. En Liverpool me quisieron llevar y no
se dio. De todas maneras, por una cuestión de moral, no sé cómo sería la
relación profesional. Me encantaría porque conozco su estilo y su filosofía de
juego, pero no va a poder ser”.
Por último,
fue claro y habló de no bajar los brazos porque lo bueno, recién empezó. “El gran esfuerzo de esta familia dio sus
frutos. Mi hermana demostró su esfuerzo y sus virtudes. Desde muy chica entrenó
para lograr lo que hoy está viviendo. A mi padre también le llegó la
oportunidad, después de muchos años como captador en juveniles y como
entrenador. Estoy muy feliz porque también puedo darme el lujo de estar en un
club como River. Hay que seguir para adelante, pensando en lo que se viene”,
sentenció.
@MathiRosello
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